Historia de la Ruta

El proyecto «Ruta de los Penitentes» nace una noche de verano de 2005. En Zaragoza existía un Pub llamado Indalo que representaba de algún modo el centro neurálgico del motociclismo de la ciudad. En el coincidían la mayoría de motoclubes aragoneses, motoristas anónimos y mucha gente de paso de otras ciudades, que acudía buscando el Pub referencia motera de la ciudad.

El Pub Índalo era regentado por Carmelo Tejera y Silvia Bazán. Una noche cualquiera de aquel verano coincidieron Miguel Ibáñez y Javier Berna, habituales parroquianos del índalo. Pero esa noche iba a ser especial.

Después de la cena comenzó una larga discusión sobre si eran más espectaculares las carreras de 500 de la «edad de oro» o el actual MotoGp, derivando sobre si eran mejores Rainey y Schwantz que Rossi. Afloraron referencias a muchos otros personajes históricos, como Santiago Herrero o Vicente Naure. No se sabe como, después de bastantes brebajes que no queremos recordar, se acabó haciendo un repaso sobre las actividades que existían en el mundo de la moto: Concentraciones, Almuerzos etc… Allí quedaron Carmelo, Miguel y Javi y las puertas del bar se cerraron.

La conversación seguía entre Carmelo, Miguel y Javi. Los tres pensaban que si bien las concentraciones estaban bien, hacía falta algún tipo de acto en que la actividad principal fuese montar en moto, simplemente, pero montar muuuucho en moto.

Siguiendo entre tragos y tragos con una elevada tasa en sangre se diseñó una actividad partiendo de estas premisas: Una gran ruta turística de muchos kilómetros en un día con el mayor número de curvas y puertos de montaña posibles.

No hay nada peor que decirle a un aragonés la frase «No hay huevos», y fue precisamente la exclamación de Carmelo con que finalizó la velada.

El jueves siguiente fue un hervidero.  Miguel y Javi, muy peligrosos cuando estan armados con un mapa de carreteras del MOPU, diseñaron un recorrido primigenio que contenía 790 kilómetros y 19 puertos de montaña. Al día siguiente, viernes entraron triunfales por la puerta del índalo y al ver a Carmelo tiraron encima de la barra del bar el mapa del MOPU y un montón de hojas con apuntes diciendo ¿que decías?¿como que no hay huevos?.

Se examinó el recorrido y se concluyó que tenía 140 kms de carreteras demasiado buenas ¡habia que mejorarlo!. Se pensó entonces en desviarlo por el recorrido a traves de los puertos más famosos del pirineo francés. No sólo iban a ser curvas y puertos, sino que además estarían los colosos de Aspin, Tourmalet, Soulor y Aubisque.

No obstante la actividad no tenía nombre. Buscando una denominación para la barrabasada que acababamos de crear Carmelo dijo «Vaya si hacemos esto vamos al cielo seguro». Miguel contestó «Si, va a ser como la gente que sale en semana santa dandose latigazos» y Javi concluyó «¡Ya está! Penitentes, la Ruta de los Penitentes ¿Os gusta como queda?»

Lo que quedaba era saber si el recorrido se podía hacer en el día. Se sacó el timing de los primeros tramos y se fueron comprobando zonas para saber el estado de las carreteras.

Se fijó la fecha para la primera edición: 2 de septiembre de 2006.

Quedaba dar la vuelta completa antes del día de la ruta, por lo que Miguel y Javi acudieron a Linás de Broto, en el Puerto de Cotefablo, a realizar el bucle España-Francia-España pasando por todos los grandes puertos el mísmo día y neutralizando el recorrido desde Zaragoza al pirineo.

El 17 de agosto se realizó el citado bucle entre una intensa lluvia que no permitía pasar de 2ª. Subiendo el puerto de regreso a España sufrieron una nevada ¡en pleno agosto!. Al final llegaron a Linás de Broto cansados, mojados y con algo de hipotermia pero contentos. Aun con frío, lluvia y nieve la Ruta de los Penitentes podia hacerse.

Un impresionante cocido montañés fue el broche de oro a aquella jornada. La Ruta de los Penitentes había nacido.

Después de más de un año de preparativos, el 2 de septiembre de 2006 se celebró la primera edición de la Ruta de los Penitentes.