XIII Ruta de los Penitentes 2018: La edición más especial y exclusiva

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XIII Ruta de los Penitentes 2018: La edición más especial y exclusiva

Esta 13ª edición de Penitentes (o 12+1 edición, que diríamos algunos puristas) supone una vuelta de tuerca al formato que el Moto Club Monrepós crease allá por 2005 y que hoy resulta tan popular. A pesar de que Penitentes regresará en 2019 en su fecha y formato originales, los organizadores han querido establecer un paréntesis de un año para realizar una edición muy especial de corte mucho más exclusivo y con las plazas muy limitadas, que se celebrará los próximos 28,29 y 30 de septiembre. No obstante, podrá ser quizá la edición de Penitentes más dura de toda su historia, a tenor de lo que se sabe sobre los kilometrajes de las etapas: 3 días, 1400 km de carreteras de curvas, montañas, la inclusión de algunos tramos por el desierto, algunos tramos off road, hoteles de muy alto nivel€ Todo pensado para satisfacer a los motoristas más exigentes y también volver a reunir a algunos de los veteranos de aquellas primeras ediciones. Desde la propia organización ya anunciaron hace algunos días que deseamos que asista quien de veras sienta la llamada de este tipo de cosas y las viva con el convencimiento de estar realizando mototurismo en su más alta expresión.

Todos los aspectos de la Ruta se vuelven más confidenciales aún que de costumbre. Para ello, se van a mantener en secreto los hoteles y las localidades donde se pernocta (se duerme cada día en una localidad diferente) y también el lugar desde donde se tomará la salida, que solo se conocerá apenas 48 horas antes. Para poder hacer esto, el importe de inscripción ya incluye las noches de hotel, así como desayunos, comidas y meriendas. Las cenas se dejan libres para que los participantes puedan pasear y visitar las localidades donde se duerme y probar la gastronomía local.

 

El formato, como decíamos, se extiende durante tres días en 3 etapas: Una prólogo de 200km el viernes, con destino al lugar donde se pernocta la primera noche. Una etapa larga el sábado de 800km, de extensión similar a una edición de Penitentes normal, que comienza en una localidad y termina en otra diferente y una etapa final de 400 km que finalizará en un lugar espectacular, pero tremendamente desconocido donde se realizará un ágape final de despedida. Desde la organización aseguran que la mayor parte del recorrido es inédito en la historia de Penitentes, además de que por lo enormemente difícil, diverso y extenso de este recorrido, ha sido muy complicado de organizar.

También se ha diseñado, además de la clásica camiseta, una edición especial exclusiva de material promocional que se entregará con la inscripción. La idea es que el valor sentimental de este material especial, en el futuro sea similar a quienes aún asisten a Penitentes con las camisetas de las ediciones 2006 o 2007. Algo en esta línea era una demanda de los veteranos desde hace algún tiempo.

Además, después de meses de búsqueda y tras la arbitraria e injusta obligación de aplazamiento impuesta por Francia en la edición 2017, fuera de plazo y tras 12 años sin problema alguno, la organización ha optado por un seguro de viaje individual y nominal, que se incluirá con la inscripción, que entre otras cosas otorga protección ante accidentes personales, varias decenas de causas de cancelación por parte del participante y también una eventual suspensión del evento. Aunque aquella extraña decisión francesa es ya agua pasada, desde la organización pretenden de este modo «blindar los intereses de los participantes ante un eventual, aunque improbable abuso de ese tipo«.

 

El objetivo es recuperar las sensaciones de las primeras ediciones de Penitentes y poder volver a compartir plenamente las vivencias con los participantes al igual que en aquellos primeros años. En esta atípica edición se ha reestructurado la organización para que algunos de los miembros del moto club que llevaban años sin poder hacer la ruta, obligados a otras tareas, puedan de nuevo salir a disfrutar del recorrido al lado de los participantes.

Propuestas para motos clásicas y singulares

Este año habrá propuestas simpáticas, como la de hacer la ruta en una ya clásica 80cc de 2 tiempos que celebra este año su 25 aniversario. Desde la organización aclaran: «Queremos con ello dejar claro que a Penitentes no se viene a correr sino a hacer mototurismo de nivel y que con cualquier moto de escasas prestaciones puede hacerse la ruta sin problemas. De hecho, aunque las maxitrail son legión en este tipo de evento, queremos animar a la gente a asistir con motos «especiales» (clásicas, 2t, de baja cilindrada, vespas..). De hecho se otorgará un obsequio muy especial a quienes asistan con ese tipo de motos, porque representan de forma muy fiel el espíritu de la Ruta. A lo largo de los años han participado desde pequeñas motos de 2 tiempos, sidecares, muchas Vespa y Lambretta (la más veterana, una 125cc de 1966), motos clásicas como Guzzi (con un nutrido grupo cada año), BMW R26, R60, R50 o R75, Benelli SEI, Ducati Road, Sanglas 400, Bultaco Tralla€.. monkey bikes, scooters de 125cc y de 3 ruedas e infinidad de vehículos singulares. Queremos que la gente se anime a disfrutar de la ruta desde ese ángulo. Sin prestaciones. Sólo disfrutando de la conducción, el paisaje y los bellísimos pueblos«, concluyen desde la organización.

 

Del mismo modo, realizar la ruta para menos personas permite elegir un abanico más grande de hoteles de alto nivel, que en una edición de Penitentes normal serían demasiado pequeños para albergar el evento. La seguridad correrá a cargo de la conocida aplicación «GasBiker».

El programa de actos aún no está ni muchos menos cerrado y va a dar más de alguna sorpresa a todos los participantes. Las inscripciones se abren en los próximos días en la página oficial del evento.

Del mismo modo, hay pequeñas localidades en zonas abandonadas por la administración que a pesar de no poder colaborar, apoyan moralmente la celebración del evento, así como voluntarios locales, que se ofrecieron amablemente tras la injusta decisión francesa de 2017. En palabras de la organización: «creemos que es justo ser consecuentes con todo el apoyo recibido el pasado año, cuando muchos pueblos nos escribían diciendo cosas como «si los franceses os desprecian así, aquí tenéis vuestra casa. No os pueden hacer esto después de todo lo que habéis hecho por el turismo en las zonas más deprimidas del Pirineo». Del mismo modo, no podemos sino agradecer la enorme repercusión que tuvo la espontánea aparición en las redes sociales de la campaña de apoyo «Yo soy Penitente».

«Yo soy Penitente», lema de la edición 2018

Parece muy cierto que desde la organización sienten una profunda gratitud, al punto de que esta edición tomará ese apellido, en español y en tres idiomas más, en reconocimiento a todos esos motoristas anónimos que, a pesar de los desesperados y oscuros intentos de algunos para culpar a la organización, se solidarizaron públicamente con participantes y organizadores al ver el atropello al que fueron sometidos, porque todos fueron víctimas de la arbitrariedad del prefecto francés que obligó al cambio de fecha de la edición 2017, realizada finalmente con normalidad en octubre. Es importante recalcar que el Prefecto faltó a la verdad en su exposición de motivos al acusar a Penitentes de «graves atentados al orden público», como después corroboraría el hecho de que Delegación de Gobierno mediante nota de prensa negase dicha acusación. Fue una decisión arbitraria, no sujeta a Derecho y basada en motivos falsos; por tanto, totalmente ilegal y un atropello sin parangón a los derechos fundamentales consagrados por las leyes europeas que garantizan la libre circulación de los ciudadanos europeos.

 

Sobre la injuriosa y presumiblemente delictiva campaña realizada después por algunos contra los organizadores, saboteando foros y redes sociales del evento, amenazando con hacer lo posible por destruir la imagen pública de la organización y haciendo circular mensajes de WhatsApp con contenido falso, la realidad palpable es que se ha constituido en uno de los ejemplos más infames, despreciables y sucios vistos en la esfera del motociclismo los últimos años, y solo demuestra la bajeza moral de sus promotores. Sobra decir que lo único plenamente demostrado es que la organización de Penitentes actuó en todo momento de forma correcta. Por tanto, quien insulta, acusa y mancilla el honor de la organización públicamente con conocimiento de la falsedad de lo que afirma, está cometiendo un delito. Irónicamente, pese a que la sucia campaña fue iniciada y alentada por personas que ni siquiera eran participantes de Penitentes, los participantes afectados por la vergonzosa actitud del prefecto francés que se sumaron a esta injuriosa campaña contra la organización, lo único que consiguieron fue dificultar el esclarecimiento de lo sucedido, en un momento en que participantes y organizadores deberían haber formado un frente común para defender sus derechos en Francia y exigir responsabilidades. El troleo indiscriminado en todo tipo de medios electrónicos saboteó cualquier intento de los organizadores de armar un frente común para exigir responsabilidades.

Lo que además hay que reprochar a los instigadores porque nos afecta a todos, es que esta actitud nefasta de sabotaje es algo que además puede haber supuesto un gravísimo perjuicio al conjunto del mototurismo español, pues el haber torpedeado cualquier intento de hacer frente común contra la arbitraria decisión francesa sienta un grave precedente que puede afectar a cualquier otro evento en cualquier otro momento. En los corrillos y las reuniones, prácticamente todos los organizadores de España están hoy escandalizados por la sucia campaña realizada contra Penitentes y por el grave precedente que supone. Es por tanto, una conducta moralmente reprochable que lo sería del mismo modo aun en el caso de que a pesar del aluvión de evidencias alguien a pesar de todo quiera seguir pensando que la organización no obró correctamente, a pesar del doloroso papelón que tuvo que asumir. Recordemos, no es una empresa, sino una asociación compuesta por voluntarios que hacen el trabajo en su tiempo libre. Así pues, este comportamiento netamente infantil de gritar más alto y erosionar la imagen pública de un grupo de voluntarios, además de repugnante, va en contra del espíritu del motociclismo y debe tener el rechazo unánime y sin fisuras de todos los motoristas de bien.

 

Por tanto, la mejor manera de demostrar que el mototurismo español no agacha la cabeza ante la injusticia es permanecer unidos, volver a la carretera (que es donde todos debemos estar) y hacer de este próximo Penitentes una fiesta, un verdadero ejemplo de camaradería, solidaridad, comportamiento responsable, conducción segura y respeto estricto de las normas. Un espejo de lo que verdaderamente somos. Esperamos también que las asociaciones de defensa del motociclista, de lucha por la Seguridad Vial y organizaciones afines estén allí apoyando el libre ejercicio del mototurismo del mismo modo que Fórmula Moto estará allí para contártelo de primera mano. ¡Nos vemos en Penitentes 2018! ¡Nosotros somos Penitentes!

Medio: Fórmula Moto

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Publicado: 20/03/2018