XVII RUTA DE LOS PENITENTES 2022

Parece que fue ayer y sin embargo ya son 17 los años transcurridos desde que comenzó esta aventura que en 2023 cumplirá ya su mayoría de edad con la vista puesta en celebrar dos décadas de vida. Mucho ha cambiado el mototurismo desde entonces: las motos ya no son las mismas y hasta la percepción del mototurismo ha cambiado. Ayudó mucho la popularización de las maxitrail, pero también es cierto que durante varias ediciones eran las naked y deportivas las que portaban los dorsales de Penitentes. Hemos pasado de ser un escaso puñado de locos enamorados de los viajes, de las carreteras rotas y reviradas con ganas de salir radicalmente de la zona de confort a convertir el formato original de Penitentes en una moda que si bien ha hecho mucho por la difusión del mototurismo, también en algunos aspectos ha desvirtuado la idea e intención con la que nació este formato. Un año más nos dispusimos a organizar, de nuevo la XVII Ruta de los Penitentes con la misma ilusión de siempre. Desde que el famoso Covid llegó y con él la destrucción de las Libertades, hemos proseguido realizado la ruta al estilo francés, con estricta invitación. Este año no iba a ser menos, pero las obligaciones personales nos llevaron a mover la fecha hasta el 1 de octubre. Hacer la ruta de nuevo en otoño (Recordemos que la primera edición fue el 2 de septiembre de 2006) tenía ese sabor especial de recuerdo de aquel día inolvidable. El tiempo fue muy parecido, con 14 grados de mínima y 23 de máxima y un cielo inmaculado durante todo el día. La mala suerte quiso que de aquellos Penitentes pioneros faltasen a última hora Oscar Cavero con un dedo roto, Miguel Ibáñez y Westermeyer ambos por trabajo, aunque no faltaron algunos nombres ilustres del mototurismo nacional. De los V.I.P tendrían que haber estado Pascal y los Èpaves, pero recién operado (mejórate amigo) no quisimos comprometerlo sin tener la certeza de que se hallaba recuperado Este año la ruta estaba diseñada como un casi-calco de la edición 2006 pero con algo más de picante, o lo que es lo mismo, para disfrutar pero sin olvidar algo de mala leche, con enorme dureza en los primeros kilómetros. Para desayunar esperaba el Alto de las Canteras para dar paso al trazado antiguo de Monrepós, tan bien mantenido en su cara sur como destrozado desde el Túnel de Manzanera. Solo los abundantes corzos nos saludaron, mientras el temible Monrepós sacaba sus garras para recordar que esto es Penitentes. A Monrepós le seguiría el Puerto del Serrablo, clásica serpiente de asfalto destrozado famoso a...

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